Socialización de Terapias Especializadas para Bebes y Niños con Hipotonías desde Leves a Severas

lunes, 5 de diciembre de 2016

VOJTA

Terapia Vojta 

La locomoción refleja – la base de la terapia-Vojta

A través de la aplicación terapéutica de la locomoción refleja es posible volver a conseguir acceso a patrones motores – o parte de ellos – en pacientes con alteraciones del sistema nervioso central y aparato locomotor.

La locomoción refleja se activa por vía “reflexógena”. En contexto con la locomoción refleja, el termino “reflejo“ no representa el modo del control neuronal, sino que se refiere a las respuestas motoras definidas, “automáticas” y siempre iguales producidas por estímulos externos, aplicados terapéuticamente.

En la terapia-Vojta el terapeuta presiona selectivamente zonas determinadas del cuerpo, estando el paciente en decúbito prono, - supino o – lateral. Estos tipos de estímulos, en el ser humano de cualquier edad,  provocan de forma automática y sin iniciativa propia, es decir sin colaboración activa voluntaria de la persona, la activación de dos complejos de movimientos:

La reptación refleja en decúbito prono y el volteo reflejo en decúbito supino y –lateral. La reptación refleja conduce a un movimiento de tipo arrastre, mientras que el volteo reflejo comienza en decúbito supino y, pasando por el decúbito lateral, sigue su proceso hasta llegar a la denominada marcha cuadrúpeda.

En la locomoción refleja aparece una activación coordinada y rítmica de toda la musculatura esquelética y se estimulan diferentes circuitos del sistema nervioso central. Las reacciones motoras que se desencadenan de forma regular y cíclica debido a estimulos de presión, a partir de determinadas posiciones de partida, son reproducibles por completo y cuantas veces se quiera, incluso en el niño recién nacido.

Todos los movimientos que  aparecen en el desarrollo del ser humano en la prensión, el volteo, el gateo, en la puesta en pie y en la marcha, por tanto se estimulan de forma visible. Están, según el  Prof. Vojta, presentes incluso en niños de un estadio de desarrollo, en el que de forma espontánea aun no poseen dichas capacidades.

A través de la aplicación terapéutica de la locomoción refleja, se activan en el paciente aquellas funciones musculares usadas de forma inconsciente y necesarias para la motricidad espontánea del día a día, sobre todo en la columna vertebral , pero también en brazos y piernas, manos y pies y en la cara.

El Prof. Vojta supuso, que la activación repetitiva de dichos movimientos “reflejos“ en el paciente conducía a la “liberación“ o “generación“ de circuitos nerviosos bloqueados funcionalmente entre el cerebro y la medula espinal.
Objetivos de la aplicación terapeutica de la locomoción refleja
A través de la aplicación de la locomoción refleja se pretende hacer accesibles y utilizables los siguientes componentes fundamentales del enderezamiento y desplazamiento humano:

1. El equilibrio del cuerpo en el momento de realizar movimientos (“control postural“).
2. El enderezamiento del cuerpo en contra de la gravedad.
3. El movimiento propositivo de prensión y del paso de las extremidades (“movilidad fásica“).

La diferencia con otras técnicas y metodos fisioterapéuticos 

En la terapia-Vojta no se ensayan funciones motrices como la prensión, el volteo de boca arriba a boca abajo, o la marcha. La activación terapéutica de la locomoción refleja más bien,  proporciona un acceso a los patrones motores parciales, necesarios para determinados movimientos o acciones, a través del sistema nervioso central.

Después del tratamiento-Vojta, el paciente dispone de forma espontánea de dichos patrones parciales. Debido a la repetición constante del “movimiento normal“ almacenado en el cerebro, se evita el entrenamiento de movimientos de compensación. Dichos movimientos de compensación, en todo caso, solo serían una sustitución del “movimiento normal“ real y deseado.
Activación de las reacciones vegetativas y de otras reacciones automáticas
A parte de los “grandes“ procesos motores, con la locomoción refleja también se pueden activar e influenciar determinadas reacciones como:
  • dirigir la mirada (motricidad ocular),
  • movimientos de lengua y mandíbula (motricidad orofacial)
y funciones vegetativas como:
  • la regulación de la función vesical e intestinal,
  • la respiración,
  • la succión y la deglución.
La locomoción refleja y su relación con el desarrollo motor normal
El conjunto de los patrones parciales de la locomoción refleja contiene todos los elementos del desarrollo motor del ser humano hasta la marcha libre. A través de la aplicación contínua de la terapia-Vojta se logra la “estimulación“ de los patrones parciales en el sistema nervioso central, de manera que el estado de activación persiste más allá de la sesión de tratamiento, influyendo positivamente en la motricidad espontánea del niño/adulto.

Según las experiencias clínicas, después de la activación mediante la locomoción refleja el paciente (niño/adulto) dispone de una mejor – inluso normal – postura, con el efecto de que el paciente emocionalmente se encuentra cada vez con mayor seguridad para enfrentarse a su entorno y reunir experiencias.

La terapia-Vojta en la edad infantil

La terapia-Vojta puede aplicarse tanto en lactantes como en niños y ha de ser indicada mediante diagnóstico médico y objetivo terapéutico correspondiente.
Se alcanzan los mejores resultados cuando el paciente aún no haya desarrollado ni fijado los así llamados patrones sustitutorios. En pacientes, en los que se está fijando dicha „motricidad sustitutoria“,  el objetivo del tratamiento es la activación y el mantenimiento de patrones motores fisiológicos y además la reconducción e integración de patrones motores anormales no fijados como procesos motores normales, hasta conseguir el control completo de la motricidad voluntaria.
El llanto del lactante en la terapia-Vojta
El estado de activación que se desea conseguir con la terapia en los lactantes, frecuentemente se expresa mediante el llanto, lo que puede generar cierta inquietud en los padres al suponer hacerle “daño“ a su hijo. Sin embargo, el llanto en dicha edad es un medio de expresión importante y adecuado de estos pequeños pacientes, los que reaccionan de esta manera debido a que no están acostumbrados a la activación experimentada. Después de una fase breve de adaptación el llanto normalmente pierde su intensidad y tanto en las pausas como al final de los ejercicios el bebé se calma rápidamente. En niños más mayores, que pueden expresarse mediante el lenguaje oral ya no aparece el llanto.


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